Rafael Rangel Aldao Nobel impertinente Menudo descubrimiento: cómo es que la gente envejece y la relación con el cáncer El Nobel de Fisiología y Medicina, 2009, es una clara señal a los dirigentes ignaros de cuan fútil es su afán de una ciencia “pertinente“. La trascendencia mayúscula de lo que se premia este año, se debe a una investigación básica sobre un insignificante bichito microscópico de agua dulce, una célula autónoma con pelitos (cilios), llamada Tetrahymena thermophila. Se imagina uno al gerente de la ciencia pertinente, esa para el barrio, ante un proyecto que diga, por ejemplo, “Estudio de la Seguir leyendo