L a Asamblea Nacional aprobó una ley que prohíbe los juegos de video que inciten a la violencia. Aunque prohibir no es mi estilo en políticas públicas y mucho menos en materia de comunicaciones cualquiera que sea su formato, lo cierto es que Mortal Combat y cosas similares son de un gusto detestable. Pero el mal gusto y el culto a la muerte no son exclusividades del capitalismo cibernético. Mucho menos lo es la exaltación de la violencia mediante juguetes bélicos o armas de verdad. La cultura de la izquierda radical siempre ha elogiado la muerte, la violencia salvadora, purificadora, Seguir leyendo